pero me guía la intuición.
-Es el- hipnotismo de un flagelo
dulce, tan dulce.
¿Y aquel amor de música ligera?
¿Me abandono a la corriente?
-Cuando- la selva se abrió a mis pies
por ti, tuve el valor -de seguir.
-Es que-, las cosas brillantes siempre salen de repente,
como la geometría de una flor.
Al ánimo de brillar
-mi- luz se adelantó.
Amaneció
Me iré con estas olas.
No estés preocupada…
Todos gritarán
¡Hombre al agua!
Pedro Cordido
No hay comentarios:
Publicar un comentario